viernes, 6 de mayo de 2011

PODA DE MANTENIMIENTO

Aunque este trabajo es sobre un ficus retusa puede servir como norma para casi todas las especies.

Antes de comenzar a podar debemos tener a mano un pulverizador para mojar  y cortar la sangría del látex.


La poda de mantenimiento consistes en acortar los brotes que se alargan demasiado y hacen que el árbol pierda la estructura que deseamos tenga.
Aquí veis esta rama del ápice que se alargo en demasía


Cortamos a 2/4 hojas



Seguidamente pulverizamos para cortar la sangría del látex.


A igual que cortamos los brotes demasiado largos, cortaremos también los que crezcan hacia arriba, hacia abajo, hacia el interior y en suma todos aquellos  que desvirtúen la estética elegida.
Ejemplo de corte que crece hacia arriba


Eliminamos totalmente



Ejemplo de ramas demasiado densa que no dejaran pasar la luz ni el aire y formaran una maraña antiestética.
Antes de podar


Después de podar

La zona del ápice es la parte que más crece y tenemos que aclarar por los motivos antes expuestos.
Antes de podar


Después de podar

Como veréis le sobraban algunas ramitas



Y este es el trabajo terminado.   Ahora reaccionará brotando  de nuevo con hojas más pequeñas y entrenudos más cortos.
Es muy importante que reciba bastantes horas de sol hasta que las hojas estén maduras para que sean pequeñas


Podéis aprovechar las ramitas para hacer esquejes. El ficus enraíza fácilmente.

Para ello le cortaremos casi todas las hojas para evitar la deshidratación.


Un truco es usar media botella de plástico a modo de invernadero para mantener el esqueje con cierto grado de humedad.


Bueno espero que os haya gustado y os animéis, como veis no es nada difícil.

El siguiente paso será el trasplante, ya pondré fotos del mismo.










TRASPLANTE DE UN FICUS RETUSA

Antes de comenzar a trasplantar debemos tener a mano todo lo que vamos a necesitar para no tener  las raíces desnudas más tiempo de la cuenta.



En primer lugar colocaremos las rejillas en los agujeros de drenaje anclándolas con un poco de alambre.



Por la parte baja  es conveniente doblar las puntas de los alambres para no pincharnos con ella al coger la maceta



Seguidamente colocamos dos alambres como veis para anclar el árbol.



Ponemos un poco de arena de grano grueso encima de los agujeros de drenaje. Esto evitara que se taponen con el sustrato.



Sujetamos bien el árbol por el tronco y con un golpe seco lo sacamos de la maceta. (No levantar demasiado la maceta  pues al desprenderse y caer puede romperse)

Si no saliera dándole estos golpes con la mano,  con algún martillo de goma o algo similar que no dañe la maceta puede ser porque las raíces estén muy pegadas a la maceta o que esta tenga algún reborde que le impida sacar el cepellón de raíces. En este caso lo cortaremos alrededor de la maceta con un cuchillo para separarlo de la misma




Una vez extraído de la maceta procedemos a quitar el sustrato antiguo con un palillo de los de comida china o similar con mucho cuidado de no dañar las raíces (Siempre de adentro hacia afuera).



No dejar que las raíces se sequen. Pulverizar constantemente para  evitarlo.



Recortaremos el pan de raíces dejando un tercio de las mismas aproximadamente.



Igual que hicimos con las ramas, acortaremos las raíces gruesas y las que estén mal colocadas.

Las que crezcan hacia arriba, hacia abajo y las que se crucen.





A continuación ponemos un poco de sustrato hasta el nivel donde vayamos a asentar el pan de raíces,  procurando que este quede a ras de los bordes de la maceta. (En este caso el sustrato es ,  akadama, turba y arena a partes iguales)




Amarramos con la ayuda de unos alicates para quede bien sujeto y no se mueva. Esto es muy importante hasta que empiece a emitir nuevas raíces y se sostenga por si solo




Cortamos las puntas sobrantes del alambre y doblamos hacia adentro para que no se vean fuera del sustrato



Estos palillos de comida china suelen tener la punta algo gruesa, es conveniente afilarla un poco para que se introduzcan bien en el sustrato.




Ahora ya solo nos queda ir poniendo el resto del sustrato e ir introduciéndolo entre las raíces, despacio con ayuda del palillo y los dedos. Muy importante que no queden bolsas de aire




Si tenemos musgo lo podemos plantar encima, esto además de quedar bonito ayuda a mantener el sustrato más tiempo húmedo.



Finalmente regamos abundantemente hasta que salga el agua por los agujeros de drenaje.

Esto es norma general en todos los riegos que hagamos. En verano seguramente tengamos que regar dos veces al día cuando veamos que el sustrato este seco.



Y nada más, ahora unos días sin que le dé el sol directo ni el viento y pasado unos quince días empezar a abonar y al sol directo. Mientras mas horas de sol reciba mas verdes y pequeñas serán las hojas y más sano y fuerte crecerá.